el sonido escalofriante del viento en mi oído;
yo caminando sin sentido,
vagando oculta en la noche fría,
mis ojos húmedos y mil heridas en mi alma.
El cansancio, la nostalgia,
el pasado... me derriban
y la soledad día a día me persigue.
Un nuevo fin toca a mi puerta
y el demonio hambriento
esperando está detrás de ella.
Hoy la decepción del mundo no basta,
la decepción de mi sombra
ha confundido a mi triste alma.
Las estrellas ya no brillan,
ya no iluminan mi oscuro camino,
de nuevo estoy muriendo,
otra vez desciendo al infierno,
de nueva cuenta viajo hacia ti.
Aunque la sensibilidad mortal
vaya extinguiéndose dentro de mi.
Pues hoy vivo entre humanos,
soy parte de ellos y aun así...
me han hecho descubrir...
que su mundo no es para mi.
Perla Muñoz Espinoza
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